Cuando una tecnología no mejora el mercado, lo redefine. La mayoría de las tecnologías de ciberseguridad nacen para mejorar un aspecto concreto de un modelo ya existente: más detección o más visibilidad. Sandstride no nace para mejorar un modelo previo; nace porque ese modelo deja sin resolver un problema estructural.
Hasta ahora, no existía una disciplina dedicada a decidir si una transición de estado puede convertirse en verdad operativa. Las herramientas actuales actúan antes (controlando accesos) o después (detectando o investigando). El instante exacto en el que un dato intenta consolidarse como realidad del sistema no estaba protegido; Sandstride nace para ocupar ese espacio.
Integrity Determination Management (IDM): Gestión determinista de la integridad del dato. Una disciplina diseñada para organizaciones que no pueden permitir dudas sobre la autenticidad de su información crítica.
Es la primera infraestructura que combina de forma nativa y estructural:
Decisión determinista sobre la validez del dato antes de su escritura física.
Evita activamente escrituras inconsistentes, generando evidencia forense antes del daño.
Criptografía post-cuántica integrada desde el núcleo para garantizar longevidad.
El dato no es verdadero porque exista; es verdadero porque ha demostrado ser legítimo antes de existir.
Ser el primero es una responsabilidad. Sandstride establece el marco conceptual sobre cómo debe garantizarse la integridad, fijando los criterios y el lenguaje común de la industria. Cuando el mercado adopta un estándar, ya no pregunta si es necesario, sino cómo implementarlo.
Sandstride no aspira a ser una opción más; aspira a convertirse en la referencia estructural de la verdad digital.